Verbatum "Paren el mundo que me quiero Bajar"
Verbatum
“Paren el mundo que me quiero bajar!!”
"Paren al mundo, me quiero bajar", es el reclamo de Mafalda, la muñequita de Quino, reflejando ese anhelar la huída de nuestras sociedades urbanas. Entre el stress y la contaminación, el ansia de ir siempre más rápido y el miedo a que una bomba nos adelante la hora y en Venezuela la inseguridad y las auto-prisiones que creamos a nuestro alrededor: casas enrejada, cercadas eléctricamente y mas, buscando de alguna manera mantenernos a salvo de esta modernidad que en lugar de llenarnos de seguridad a resultado todo lo contario sobre todo en nuestras latitudes.
No es de extrañar que las consultas de médicos y psicólogos en estos días esten llenas de personas afectadas por estrés postraumático después de un secuestro exprés, después de un robo y un sin fín de delitos que pululan por doquier, sin contar aquellos que no han sido directamente afectados por la delincuencia pero que no escapan de la angustia de la posibilidad de ser victimas en la siguiente esquina. Las rejas, alarmas, y GPS, y todos los artilugios modernos no dan tranquilidad, otros por su parte solo logran desconectarse con la pastilla para dormir o la pastilla para los nervios, otros invierten pequeñas fortunas en una especie de turismo espiritual, aprendiendo a meditar en lugares paradisiacos, otros acuden a la psicoterapia como recurso para superar el abrumador avance de esta “modernidad”
Cada una de estas alternativas, según mi humilde opinión, son buenas, sobre todo si tomamos en cuenta que el estrés es el causante de la mayoría de los padecimientos físicos; aprender a manejar nuestro estrés también implica tomar control de nuestra salud, siendo de esta manera “la pastillita” el último recurso para ayudarnos con este mal. Es imposible parar el mundo pero si es posible que no nos dejemos arrastrar, y cuando hablo de “arrastrar” lo digo en el sentido amplio de la palabra. Yo como individuo puedo y debo desde mi individualidad hacerme cargo, tomar las riendas y pilotear, capitanear mi vida, no ser un barco a la deriva, azotado por el mar y el viento, debo aceptar lo que no puedo controlar, lo que pasa externamente, pero lo ocurre dentro de mi, de eso soy dueño y sobre eso si puedo influir de manera determinante para llevar una vida mas gratificante, aun más cuando se esta rodeado de adversidades.
Twitter: @eudomarr
“Paren el mundo que me quiero bajar!!”
"Paren al mundo, me quiero bajar", es el reclamo de Mafalda, la muñequita de Quino, reflejando ese anhelar la huída de nuestras sociedades urbanas. Entre el stress y la contaminación, el ansia de ir siempre más rápido y el miedo a que una bomba nos adelante la hora y en Venezuela la inseguridad y las auto-prisiones que creamos a nuestro alrededor: casas enrejada, cercadas eléctricamente y mas, buscando de alguna manera mantenernos a salvo de esta modernidad que en lugar de llenarnos de seguridad a resultado todo lo contario sobre todo en nuestras latitudes.
No es de extrañar que las consultas de médicos y psicólogos en estos días esten llenas de personas afectadas por estrés postraumático después de un secuestro exprés, después de un robo y un sin fín de delitos que pululan por doquier, sin contar aquellos que no han sido directamente afectados por la delincuencia pero que no escapan de la angustia de la posibilidad de ser victimas en la siguiente esquina. Las rejas, alarmas, y GPS, y todos los artilugios modernos no dan tranquilidad, otros por su parte solo logran desconectarse con la pastilla para dormir o la pastilla para los nervios, otros invierten pequeñas fortunas en una especie de turismo espiritual, aprendiendo a meditar en lugares paradisiacos, otros acuden a la psicoterapia como recurso para superar el abrumador avance de esta “modernidad”
Cada una de estas alternativas, según mi humilde opinión, son buenas, sobre todo si tomamos en cuenta que el estrés es el causante de la mayoría de los padecimientos físicos; aprender a manejar nuestro estrés también implica tomar control de nuestra salud, siendo de esta manera “la pastillita” el último recurso para ayudarnos con este mal. Es imposible parar el mundo pero si es posible que no nos dejemos arrastrar, y cuando hablo de “arrastrar” lo digo en el sentido amplio de la palabra. Yo como individuo puedo y debo desde mi individualidad hacerme cargo, tomar las riendas y pilotear, capitanear mi vida, no ser un barco a la deriva, azotado por el mar y el viento, debo aceptar lo que no puedo controlar, lo que pasa externamente, pero lo ocurre dentro de mi, de eso soy dueño y sobre eso si puedo influir de manera determinante para llevar una vida mas gratificante, aun más cuando se esta rodeado de adversidades.
Twitter: @eudomarr
Suscribirse a:
Entradas (Atom)