La investigación sobre el envejecimiento encuentra la luz al final del túnel

La investigación sobre el envejecimiento encuentra la luz al final del túnel
Las perspectivas de la longevidad e incluso de la inmortalidad suscitan
debates en la comunidad científica
La revista Science ha desvelado en un singular dossier el estado de las
investigaciones sobre el envejecimiento y advertido de las eventuales
consecuencias sociales de estos descubrimientos, que nos aproximan a la
longevidad e incluso a la inmortalidad sin que la sociedad esté preparada
para estos eventuales cambios. Por Eduardo Martínez.

Para la revista Science de esta semana, la investigación sobre el
envejecimiento encuentra en estos momentos la luz al final del túnel,
después de veinte años de trabajos en múltiples direcciones.

En este tiempo se ha avanzado mucho respecto a determinar las causas del
envejecimiento. Por un lado, los genetistas han identificado a los
telómeros, estructuras moleculares que protegen los bordes de los cromosomas
e impiden al ADN degenerar. Por otro lado, los biólogos han identificado el
proceso de oxidación de las células.

Pero no se sabe todavía qué elementos llevan a los telómeros a degradarse
con la edad y si realmente se puede impedir la oxidación celular. Diversas
investigaciones han comprobado que alimentando menos a gusanos y ratones se
hacen más resistentes al estrés, lo que aumenta su expectativa de vida.

Esto es así porque el nivel de glucosa y de un factor de crecimiento similar
a la insulina disminuyen en los animales que comen menos, lo que debilita el
crecimiento de los cánceres y la degeneración biológica.

También en el humano

Este conocimiento es aplicable al ser humano, no tanto condicionando su
alimentación durante sus primeros 75 años de vida, sino desarrollando
medicamentos que regulen los niveles de glucosa y del factor de crecimiento.

Respecto a la investigación genética, se sabe que la activación o
desactivación de algunos genes desempeña un papel fundamental en el
envejecimiento.

El oxígeno desempeña también un papel importante en este proceso de
degradación, pero al estar asociado a la respiración y consumo de oxígeno,
no se sabe cómo evitar su incidencia en el envejecimiento.

La cuestión del envejecimiento, sin embargo, no se limita a la biología o la
genética, sino que representa también un dilema social y ético, porque lo
que no queda claro de momento es qué persiguen estas investigaciones, si
detener el envejecimiento o alcanzar pura y simplemente la inmortalidad
física a partir de los avances científicos de los próximos años.

¿Bien público?

Science se pregunta al respecto, al margen de los beneficios de la
investigación sobre el envejecimiento, si la degradación biológica debe ser
o no evitada por la ciencia a partir de una decisión previa sobre si se
trata o no de un bien público.

La duda surge porque los tratamientos contra el envejecimiento no estarían,
al menos durante mucho tiempo, disponibles para todo el mundo (como el pan),
con lo que ello representará de discriminación social.

Sin embargo, si estos tratamientos llegaran a ser universales, originarían
también problemas sociales debido a la interrupción de los procesos
naturales que regulan el peso demográfico sobre el hábitat natural.

Estas cuestiones ya son objeto de reflexión por parte de la comunidad
científica, lo que confirma el diagnóstico de la revista Science sobre que
la investigación sobre los métodos para detener el envejecimiento y,
eventualmente, prolongar la longevidad e incluso alcanzar la inmortalidad,
se encuentra al final del túnel sin que la sociedad esté preparada para los
descubrimientos que se avecinan.

Pensamiento

> "Las maravillas de la vida se nos escapan por la cómoda trampa de la
> rutina." John Nigro
>
>

El Psicoterapeuta

"El mapa no es el territorio que representa" (Korsybski)




Carl R. Rogers, fundador de la psicoterapia centrada en la persona y al que tuve la suerte de conocer personalmente en 1981, decía que la actitud necesaria y suficiente de un buen psicoterapeuta es la escucha empática y no hacer juicios de valor. Rogers, como pionero de la psicología humanista, fué uno de los primeros psicólogos en enfrentarse a la línea clásica psicoanalítica, situándose en el punto de vista del cliente y abandonando posturas definidas previamente por el profesional y no por el propio cliente. Parece que todos tenemos claro cual NO es la actitud del psicoterapeuta. No entra dentra dentro de la actitud de un buen psicoterapeuta ninguna de estas posturas, a pesar de que hay muchos malos profesionales que utilizan estos recursos: mandar, manipular, amenazar, chantajear, moralizar, culpar, aconsejar soluciones, juzgar, interpretar contenidos, insultar, ridiculizar, consolar, catalogar o alabar comportamientos...

"ESCUCHAR EMPATICAMENTE", esa parece ser la clave de todo. Rogers hablaba de "escuchar en espejo", de "elicitación" y de "paráfrasis". A través de la escucha empática, Rogers comunicaba al cliente los resultados del proceso de escucha en los distintos niveles de sentimiento, contenido explicativo y demanda.

La PNL ha avanzado un poquito más y nos habla de algo tan esencial como la "calibración", la "inducción", la "agudeza sensorial", el "seguimiento", la "igualación" o el "metamodelo". Vamos a ver en qué se concreta todo esto cuando tenemos a un cliente a nuestro lado que se queja de algún problema.

El ser humano, en su proceso cognitivo, no tiene acceso inmediato a la realidad, ni puede captarla como es en sí, sino que lo hace a través de los diversos filtros neurológicos, sociogenéticos e individuales. Y ademas lo hace a través de los sentidos, que han de ser procesados y categorizados por medio de los procesos generales del modelaje (generalización, eliminación, distorsión) con el fin de poder hacerlos manejables simbólicamente. Esto tiene como sonsecuencia que, por un lado, nos hacen posible el conocimiento de la realidad, pero, por otra, nos alejan de ella deformando la representación que nos formamos de ella. Por lo tanto, el origen de los conflictos en el ser humano no se encuentran en la locura, en la maldad o en la enfermedad, sino en que el mapa elegido por esa persona es disfuncional y no le ofrece suficientes alternativas para elegir, porque se representa un modelo sin la riqueza y variedad que tiene la propia realidad.

Si el conflicto es el resultado de un modelo empobrecido de la realidad, la función del psicoterapeuta es facilitar la elaboración de un modelo más rico en alternativas, que permitan elegir opciones más adecuadas a las circunstancias actuales. El psicoterapeuta no puede conocer los modelos del cliente por adivinación, por lo que tiene que servirse de la comunicación por medio del lenguaje (digital y analógico), tiene que estar muy atento al lenguaje de la otra persona para poder acercarse a su modelo del mundo.

¿Cuál es, pues, la actitud básica de un buen psicoterapeuta? La actitud básica de un buen psicoterapeuta consiste en escuchar de forma activa y ser capaz de ampliar el mapa del cliente, dándole acceso a recursos que el propio cliente no reconocía como tales.

Su psicoterapeuta es un bodrio si:

* le habla de que usted tiene "problemas" difíciles de resolver y que les llevará muchos meses o años de trabajo resolverlos (en realidad le está diciendo que él es un perfecto inepto)

* le dice que una psicoterapia bien hecha hace sufrir al paciente (el que sufrirá será su bolsillo)

* acaba usted cada sesión más hundido de como la ha empezado.

* le pregunta continuos "porqués" (cuando, al cabo de los años de terapia, lleguen al porqué del primer biberón quizás sea necesario volver a empezar)

* hace continuas interpretaciones

* cuando la terapia no avanza le dice que usted se "resiste" (no será su resistencia la causante de eso, sino la ineficacia de su terapeuta)

* no nota usted avances rápidos y significativos. Una buena psicoterapia puede llevar su tiempo, pero los avances tienen que ser evidentes desde un primer momento. Aqui no sirve "hoy hemos tenido mala suerte, vuelva usted la semana que viene y veremos qué podemos hacer"

Su psicoterapeuta es un buen profesional si:

* le habla siempre desde un punto de vista positivo y nunca se centra en lo que va mal.

* le hacer ver los recursos que usted ya posee y le ayuda a ponerlos en marcha.

* sale usted de cada sesión contento y con el ánimo equilibrado.

* le informa cláramente del proceso de la terapia y de las posibles consecuencias de las técnicas utilizadas.

* le hace sentir que usted es el responsable de sus avances

* cuando la terapia no avanza se pregunta en voz alta "qué estamos haciendo de forma errónea y qué tenemos que cambiar para que vaya mejor"

* se pregunta cómos y qués, no porqués.

* tiene una formación previa en psicología o psiquiatría.

En definitiva, una definición de la psicoterapia podría ser la técnica de enseñar a elaborar mejores mapas para caminar por el mismo territorio. ¿Es su psicoterapeuta un buen profesor y un buen rediseñador de mapas?

Diccionario

Conciencia

- Es la noción que tenemos de las sensaciones, pensamientos y sentimientos que se experimentan en un momento determinado.

-La conciencia o consciencia, del latín conscientia (propiedad del espíritu de reconocerse como sujeto de sus atributos), es definida en general como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno. "Conscientĭa" significa literalmente "con conocimiento" (del latín: cum scientĭa).

-"conocimiento intuitivo o reflexivo que el sujeto humano tiene de su existencia, de sus estados y de sus actos, y del medio que le rodea".
-Es la percepción de los propios estados psiquicos y actos en el momento en que acontecen

Inteligencia:

-Aptitud para tratar con con símbolos y situaciones abstractas.

-capacidad de adaptación a las situaciones nuevas

- saber aprovechar la experiencia

-La aptitud para aprender.-aptitud personal para enfrentarse con requerimientos nuevos, haciendo uso adecuado del pensamiento como medio.

-La inteligencia es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos para resolver una determinada situación



Sensación:


-Entrada acerca del mundo físico proporcionada por nuestros receptores sensoriales.

-Proceso por el cual los órganos de los sentidos convierten estímulos del mundo exterior en los datos elementales o materia prima de la experiencia.



Percepción:

-. Función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y elaborar las informaciones provenientes del exterior y convertirlas en totalidades organizadas y dotadas de significado para el sujeto.

-proceso por el cual seleccionamos organizamos e interpretamos la entrada de nuestros receptores sensoriales

-Es la función psíquica que (por medio de los órganos de los sentidos) permite al organismo recibir y procesar información sobre el estado del ambiente y las alteraciones que se produzcan en el.

-Es una organización cognoscitiva de las sensaciones que implica la concienciación de la presencia actual de un objeto exterior y la atribución al mismo de determinadas propiedades, a partir de datos suministrados por la experiencia.




Pensamiento:
. Término genérico que indica un conjunto de actividades mentales tales como el razonamiento, la abstracción, la generalización, etc. cuyas finalidades son, entre otras, la resolución de problemas, la adopción de decisiones y la representación de la realidad externa.
-actividad mental no rutinaria que requiere esfuerzo, o como lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo se enfrenta a un problema, lo conoce y lo resuelve. Podríamos también definirlo como la capacidad de anticipar las consecuencias de la conducta sin realizarla.

Conducta

-Reacción global del sujeto frente a las diferentes situaciones ambientales.
Conducta agresiva. Se produce cuando un organismo ataca con hostilidad, física o verbalmente, a otro organismo u objeto.
Conducta anormal. Es la que se aparta en grado significativo de una norma cultural o criterio o patrón grupal. Si la palabra "anormal" se utiliza en un sentido negativo o peyorativo, alude a un comportamiento inadaptado, una conducta autodestructiva, que habitualmente es motivo de aflicción para el individuo o para los demás.
Conducta de Tipo A. Es una pauta de conducta en la que predominan la acometividad, la impaciencia, el egoísmo y la incapacidad para relajarse.
Conducta hiperkinética. Se caracteriza por inquietud y desasosiego. Falta de atención y movimiento muscular excesivo.
Conducta instintiva. Es una conducta innata, considerada algo más que un reflejo, ya que abarca un repertorio complejo y depende más de la maduración que del aprendizaje.
Conducta neurótica. Comportamiento inadaptado carente de flexibilidad, que aparece asociado con uno o más de los siguientes atributos: angustia excesiva, conflictos emocionales, temores irracionales, afecciones somáticas que carecen de base orgánica y tendencia a evitar ciertas situaciones provocadas de tensión, en vez de hacerles frente de manera eficaz.
Conducta social. Cualquier conducta en que exista interacción entre dos o más seres humanos.
-La conducta es un conjunto de actos de un hombre o un animal, exteriores y visibles para su observador. La conducta de un hombre revela, más que sus palabras, sus verdaderos pensamientos, sus propósitos y sus ideales

Ideación:


-Génesis y proceso en la formación de las ideas.

-Concepción o representación mental de un objeto.


Psicomotriocidad:

-la psicomotricidad sea considerado como todo aquel movimiento que es controlado a través de la mente, es decir, aquel movimiento que se realiza con un fin determinado y todo lo que ello conlleva.

-La psicomotricidad es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, de la psicomotricidad es aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno


Afectividad:


-Conjunto de emociones y sentimientos que un individuo puede experimentar a través de las distintas situaciones que vive
-Capacidad de reacción de un sujeto ante los estímulos que provienen del medio externo o interno, cuyas principales manifestaciones son los sentimientos y las emociones:

Memoria:
-Capacidad mental de conservar y evocar cuanto se ha vivido. Fenómeno psíquico muy complejo en el que entran en juego el psiquismo elemental (rastros que las sensaciones dejan en el tejido nervioso), la actividad nerviosa superior (creación de nuevas conexiones nerviosas por repetición, es decir, reflejos condicionados) y el sistema conceptual o inteligencia propiamente dicha. Actividad específicamente humana en cuanto comporta el reconocimiento de la imagen pasada como pasada.
Capacidad para la adquisición, retención y utilización de una experiencia (del tipo que esta sea)


Lenguaje Verbal:

-Es un sistema de signos que pueden referirse a otros signos (función metalingüística), es intencional, y comparte significados e intenciones entre los comunicantes, permite evocar sucesos alejados en tiempo y espacio y referirse a objetos o hechos que no están en el entorno inmediato.

-El lenguaje verbal se manifiesta a través de las lenguas. Cada lengua posee un conjunto de signos orales y muchas de ellas también sus correspondientes signos escritos, por medio de los cuales se comunican entre sí los miembros de una determinada comunidad.
Por ello se dice que el lenguaje verbal posee una doble manifestación: lengua oral y lengua escrita. Estos dos códigos poseen sus diferencias.
En el primero, las señales son producidas vocalmente y recibidas a través del oído, es más espontáneo y se produce ante un interlocutor, lo que permite que entren en juego otros elementos que no son sólo las palabras (pausas, gestos, entonaciones, interrupciones, énfasis...). En el segundo, se emplean signos gráficos que se perciben por la vista y se utilizan, aparte de las letras que representan los sonidos, otros signos gráficos que sustituyen pausas, entonaciones y énfasis: signos de puntuación, signos de exclamación y de interrogación, negritas, mayúsculas, colores...

ALEXANDER LOWEN: ANÁLISIS BIOENERGÉTICO

ALEXANDER LOWEN: ANÁLISIS BIOENERGÉTICO
& 100 AÑOS DE WILHELM REICH*
Entrevista realizada al Dr. Alexander Lowen por la Psic. Myrian de Campos, International Trainer del IIBA (video de la SOBAB, 1997).


Estamos en la ciudad de New York, en el escritorio del International Institute for Bioenergetic Analysis. Tenemos el placer de hablar con el Dr. Alexander Lowen, el fundador del Análisis Bioenergético, para la conmemoración de los 100 años de Wilhelm Reich.
Dr. Lowen, ¿cómo conoció al Dr. Wilhelm Reich?

Conocí al Dr. Reich en 1940. Él había llegado de Noruega el año anterior y había sido aceptado como profesor en la New School for Social Research. Yo particularmente en ese momento estaba en un dilema en mi vida. Era profesor de educación física en la escuela, en la ciudad de New York. También era abogado, con dos diplomas en derecho, uno como Bachiller y uno como Doctor, y estaba buscando un lugar al que pertenecer, en el que pudiera funcionar. Al mismo tiempo estaba muy interesado en la “cultura física”. Estaba dando clases en varios campos y estaba escribiendo un libro sobre ejercicios físicos y sentimientos. Pero la conexión entre el cuerpo y la mente era algo que no comprendía totalmente, y extrañamente, no podía encontrar alguien que realmente conociera esta conexión. Por coincidencia me llegó un folleto de la New School for Social Research y vi que Reich estaba ofreciendo un curso llamado Análisis del Carácter, en el cual él hablaba sobre la relación entre el cuerpo y la mente, de una manera que tenía sentido para mí. Reich describió aquella relación diciendo que la mente influencia el cuerpo y que el cuerpo influencia la mente, pero también que ellos son ambos un aspecto unitario, ambos tienen la misma relación con el individuo, o sea, la persona es la misma al nivel de la mente y al nivel corporal. Yo estaba fascinado con esa idea. Reich me invitó a una entrevista y me encontré con él. En la misma concordamos en que comenzara a hacer el curso. Desde el comienzo estaba muy impresionado por su habilidad al dar conferencias. Él comenzó hablando sobre los conceptos freudianos de represión y de histeria. Reich decía, por ejemplo, que es normal que cuando una persona tiene una experiencia traumática temprano en la vida pueda manifestarse más tarde como un síntoma histérico: desmayo, afasia, parálisis en el brazo, etc. Volviendo al pasado, podríamos encontrar en la vida de esa persona el hecho que generó este fenómeno. Pero Reich decía que nadie explicaba lo que sucede en el intervalo entre el incidente en la infancia y el síntoma, que se desenvuelve más tarde. Porqué y cómo eso ocurrió, y cuando eso ocurrió. Él le llamó a esto el factor económico. Yo estaba muy impresionado con su habilidad para ver el problema de una manera que nadie más había conseguido enfocar. Había otros problemas envolviendo la idea de represión que Reich no desarrolló, de los cuales hablaré más adelante. Pero estaba tan fascinado con él, que esta fascinación continuó a lo largo del curso. Reich ponía mucho énfasis sobre la sexualidad como uno de los factores principales de la personalidad, pero esto no se desarrolló en el curso. Cuando el mismo terminó estaba convencido de que Reich tenía mucho para ofrecerme. Y entonces continué mi contacto con él. Reich hablaba sobre sus ideas, ideas sexuales, y de su deseo de llevar estas ideas sexuales a las personas de EEUU. Le ayudé a hacer algunos contactos para promoverlas pero no se pudieron desarrollar. En ese tiempo aumentó mi apreciación de la dedicación de Reich al bienestar humano y su claro entendimiento del asunto. Al final no había nada desarrollado, y dos años después de finalizado el curso, continuaba muy próximo a Reich y él entonces me dijo: “Lowen, si Ud. está interesado en este trabajo tiene que hacer terapia conmigo”. Comencé la terapia con Reich en 1942 e hice terapia por tres años.

Dr. Lowen, ¿podría hablar un poco más sobre las ideas de Reich y como éstas influyeron en su trabajo?

Sí. Déjeme describirle la primera sesión de terapia que tuve con Reich en 1942. Me pidió que me acostara en el diván. Yo estaba desnudo y él me dice: “Lowen, respire”. Respirar es un aspecto fundamental de la Terapia Reichiana. Esto surgió de una experiencia que tuvo como psicoanalista, al observar que uno de los pacientes que estaba analizando recostado en el diván (con Reich sentado detrás de él), paró su asociación libre. Percibiendo que el paciente había parado de respirar, y en vez de incentivar la continuación de la comunicación a través de la palabra, Reich le dice: “Ud. está conteniendo su respiración”. Cuando la persona comenzó a respirar profundamente, varias emociones surgieron: se entristeció, comenzó a llorar, etc. Reich percibió que el mecanismo de represión tenía que ver con la respiración contenida. Si Ud. quiere hacer salir al paciente de ese estado de represión, hágalo conciente de donde esto ocurrió en su infancia, y la mejor forma de hacerlo es animar al paciente a respirar profundamente. Me acosté en el diván y Reich me dijo: “Lowen, respire”, y yo respiré. Después de algunos minutos él me dijo: “Ud. no está respirando” y yo le dije “Claro que estoy respirando”. Y él me dice: “Su pecho no se está moviendo”. Cuando comencé a profundizar la respiración mi pecho comenzó a moverse. Cuando respiraba más profundamente él me decía: “Lowen, abra bien los ojos”. Hice lo que me pedía. No se cómo, sin percibir lo que eso significaba para mí, di un grito que surgió de dentro de mí. Repetí la experiencia y grité nuevamente. Y fue el fin de la primera sesión. En las posteriores sesiones nos concentramos solamente en la respiración. Lo que Reich entendía por respirar no era solamente hacer ejercicios respiratorios, sino permitirse respirar espontáneamente para que se produzcan reacciones involuntarias en el cuerpo. Respirar es involuntario: “lo que tenga que suceder, déjelo suceder; entréguese a su cuerpo”, es lo que puedo decir hoy. Muchas cosas interesantes sucedieron en aquel proceso. Tuve el sentimiento de que estaba acostado en una cama mirando para arriba y viendo una imagen. En las próximas sesiones este sentimiento se volvió cada vez más fuerte y un día, mirando para arriba, vi la imagen del rostro de mi madre. Cuando vi aquella imagen me sentí como un bebé llorando en su cochecito, tal vez con nueve meses. Mi madre estaba haciendo las tareas de la casa y estaba molesta porque yo estaba llorando. Ella vino y cuando vi esa expresión de molestia, paré de llorar y me congelé. Aquel grito que di, en mi primera sesión con Reich, era el grito que no di cuando tenía mueve meses, y mi madre me asustó terriblemente. Fue una experiencia magnífica. Me mostró la potencia de trabajar con el cuerpo. Luego, en el nivel corporal, sucedieron otras cosas maravillosas. Tuve una experiencia en donde mi cuerpo comenzó a moverse involuntariamente y quedé boca abajo, golpeando en la cama; todo sin premeditar. Vi el rostro de mi padre y percibí que estaba pegándole a él, porque le estaba retribuyendo sus golpes. Mi terapia con Reich continuó en esa línea por aproximadamente dos años y medio, tres años. Al comienzo iba tres veces por semana. Al final de todo esto sucedieron otras cosas. Hubo una situación transferencial en donde sufro un colapso y comienzo a llorar profundamente, contándole a Reich cuanto estaba buscando la figura de mi padre. De aquel momento en adelante mi cuerpo se tornó más vivo, estaba casi 100% vivo, y experimenté sentimientos de alegría como nunca había tenido antes. Al mismo tiempo la respiración se volvió más libre para la entrega. Las ondas pasaban por mi cuerpo, mi pelvis se movía espontáneamente para adelante en la espiración y para atrás en la inspiración, lo que me traía sentimientos corporales agradables, sentimientos de alegría. Yo sabía que ese era mi lugar. Terminé mi terapia con Reich en 1945 y entonces sabía que quería ser un Terapeuta Reichiano. Estaba planeando ir a una escuela de medicina en Suiza para recibirme y trabajar con más autoridad. En ese momento Reich estaba trabajando con Análisis del Carácter.

Dr. Lowen, ¿podría describir más la influencia de Reich en su trabajo?

Le hablé antes sobre el hecho de que la respiración es la llave en la terapia de Reich. Hay otro aspecto importante en la terapia, que es leer el cuerpo, entender la estructura del carácter del paciente. Reich escribió un libro sobre análisis del carácter en donde describe la importancia de entender el carácter del paciente, en la medida en que el mismo contiene su historia. Otros analistas sabían esto, pero ninguno de ellos miró para el cuerpo del paciente como el depositario de su historia. Reich estudió el carácter desde el punto de vista de la expresión del cuerpo del paciente, y este ítem se tornó la piedra fundamental para todo el trabajo de Bioenergética. Si miramos atentamente el cuerpo de una persona, el mismo contiene su historia porque cada experiencia por la cual la persona pasa, es de alguna manera, registrada en su cuerpo. Probablemente no podamos leer todas las experiencias, pero las dominantes aparecen. Por ejemplo, una persona con el mentón rígido, nos dice algo sobre el tipo de persona que es: una persona muy determinada. También nos dice que esa determinación se desenvolvió cuando era un niño en la fase oral, en la medida en que ese rasgo se desarrolla cuando el niño usa la boca como medio de auto expresión. Nosotros miramos la forma de sus hombros, la expresión de su rostro, su mirada, la manera en que la persona se para, se sostiene de pie, etc. Un análisis completo de la expresión del cuerpo nos dice quien es la persona, y nos cuenta lo que está detrás. Así como un leñador puede observar, en el corte transversal de un árbol, la historia del árbol, en el Análisis Bioenergético podemos mirar para el cuerpo y decir, de alguna forma, la historia de la persona. Porque la historia fue reprimida y el paciente no se acuerda en parte de la misma. En el Análisis esto se hace a través de la interpretación de los sueños para encontrar la historia de la persona. Pero Ud. puede, además, interpretar la expresión del cuerpo que tiene enfrente de sí. Entonces Ud. trabaja directamente con el cuerpo, que refleja la estructura de carácter, para ayudar a la persona a liberarse de las tensiones, de los traumas de su infancia, y darle la posibilidad de experimentar la plenitud y el placer de la vida; que podría ser el placer sexual: que sería el concepto reichiano de potencia orgástica, el éxtasis de la total rendición sexual. Esto implica que el paciente pueda desarrollar el potencial de ser una persona completa en todo lo que hace, en la posesión de sus facultades, no sólo las mentales sino también y especialmente las facultades biofísicas. Este énfasis sobre el trabajo con el cuerpo, se ve y se entiende en la búsqueda de técnicas que eliminen o reduzcan las tensiones (que son la experiencia estructurada en el cuerpo). Es la base del Análisis Bioenergético, así como fue la base del trabajo de Reich. Hay una diferencia en la manera en cómo trabajaba Reich a como trabajamos hoy en la actualidad. Por ejemplo, si un área del cuerpo estuviera muy tensa, él la tocaría y la presionaría un poco intentando relajar esos músculos. Nosotros hoy usamos técnicas más dinámicas. Como Reich lo hacía, comenzamos con un entendimiento de la persona en términos de su cuerpo y de su expresión. La manera en cómo respira, la manera cómo no respira. Lo hacemos respirar y lo colocamos en contacto con las tensiones de su cuerpo, cómo se sostiene: amedrentado, agresivo, triste. Usando las técnicas Bioenergéticas nosotros podemos relajar las tensiones y descargarlas a través de la expresión emocional. Es importante en la Bioenergética, como en todas las teorías de los seres humanos, percibir que el cuerpo es la persona. Esta es una de las grandes adquisiciones de Reich: focalizar la personalidad en el cuerpo y no sólo en la mente. En un nivel profundo yo no soy lo que pienso pero soy lo que siento. El sentimiento es un concepto corporal. El Análisis Bioenergético está fundamentado en el cuerpo, en entender el cuerpo, y esta es una de las grandes cosas que Reich me proporcionó y que desarrollamos en el Análisis Bioenergético. Hay mucho para hablar sobre eso, estoy apenas citando los puntos principales.

Pienso que lo que Ud. dice es muy importante, la persona es su cuerpo. Me gustaría saber un poco más sobre ese punto y además porqué se separó entonces de Reich y del movimiento reichiano.

Cuando volví de Suiza, donde me recibí de médico, las cosas habían cambiado mucho en el movimiento reichiano. Reich estaba muy envuelto personalmente en el concepto de energía orgónica. Él creía que se podía hacer terapia, cargando a las personas, trabajando con acumuladores y otros inventos de la energía orgónica. Mi propio sentimiento, luego de mi separación de Reich y de mi viaje a Suiza, era de que por más que esa terapia me hubiese ayudado mucho, aun había dejado algunos problemas no resueltos en mi propia personalidad. Los sentimientos buenos, que tenía cuando terminó la terapia, no permanecieron con el correr de los años y luego los perdí. Pude percibir que tenía algunos problemas que no fueron abordados en la terapia con Reich. Por ejemplo, nosotros trabajábamos siempre de espaldas, en posición supina, y el sentimiento de mis piernas y el soporte que recibía de mis piernas no era tomado en consideración en la terapia, y yo nunca creí que mis piernas pudiesen darme ese tipo de soporte. Había problemas de la personalidad que Reich no mencionaba. Concluí que la terapia de Reich era probablemente lo mejor que podría haber tenido, pero yo quería ir más profundo en el entendimiento analítico, y trabajar más activamente en el nivel físico. En ese punto yo no rompí totalmente con Reich, pero sabía que tenía que hacer algunos cambios en la manera en que Reich trabajaba en terapia. La ruptura con el movimiento reichiano ocurre porque, en ese momento, las personas que rodeaban a Reich se congelaron en una estructura jerárquica en la cual, como en cualquier grupo que tiene un líder, Reich se tornó la cabeza, casi como un gurú. Los terapeutas comenzaron a seguirlo: “nosotros salvaremos a las personas”, y los pacientes creían: “nosotros seremos salvados”, y quienes no acreditaban en Reich estaban perdidos. En un sentido profundo, era una estructura jerárquica que se transformó en un culto. También en esa época había algunos sentimientos paranoicos que vinieron a través de Reich, con los cuales yo no me identificaba. En ese entonces entendí que me tenía que separar. Pero la separación significó desenvolver mejor mis propias ideas de que el cuerpo es la llave del proceso. Y eso significó, por ejemplo, una aproximación más activa con el cuerpo. Todo el tiempo que estuve trabajando con Reich yo permanecía acostado en el diván. Cuando comencé con el Análisis Bioenergético, comencé por permanecer de pie, observando y mostrándole a los pacientes cómo permanecen de pie y cómo sienten sus pies. Este es uno de los principales principios del Análisis Bioenergético, llamado grounding (enraizamiento). Es decir, nosotros trabajamos con las personas acostadas en el diván, trabajamos con ellas de pie y trabajamos con ellas sentadas. Reich sólo trabajaba con ellas acostadas. Para ir más allá teníamos que encontrar maneras en las cuales pudiéramos ser más eficaces. La falla de la terapia de Reich no ocurrió solamente conmigo; otros pacientes que hacían terapia con él también perdieron parte de sus buenos sentimientos que tenían. Reich tenía mucho poder y carisma, y eso ayudaba a las personas a que se entregaran. Pero cuando él no estaba cerca, nadie podía mantener ese estado de entrega. Por lo tanto, nosotros precisábamos una terapia mucho más activa para hacer a las personas más concientes y más capaces de expresarse, más allá de una manera pasiva de entrega. Desde entonces la Bioenergética se tornó una terapia mucho más activa. Nosotros hacemos ejercicios que permiten rendirnos a los procesos involuntarios, pero hacemos además un trabajo analítico profundo. Al mismo tiempo Reich comenzó a tener una serie de problemas. En 1954, por ejemplo, tuvo un problema con la Food and Drug Administration, que lo acusó de promover un aparato fraudulento llamado acumulador de energía orgónica. Yo tenía un acumulador que usaba y lo encontraba útil. Ellos lo llevan a juicio con la intención de que Reich parase de usar el acumulador. Infelizmente uno de los seguidores de Reich, más neurótico de lo que debería ser, le declara a las autoridades que Reich estaba violando las leyes, embarcando acumuladores para el exterior. Ellos tenían agentes observándolo y lo detienen embarcando los acumuladores. Reich fue llevado a juicio, condenado y enviado a prisión por dos años. Pero el problema estaba en la organización reichiana en sí,. Esta no estaba basada en el trabajo corporal, estaba basada en la creencia de que Reich tenía todas las respuestas, que sus seguidores eran aquellos que sabían todo y por lo tanto serían salvados. Existe una irrealidad sobre eso que debe ser separada.

¿Después de separarse de Reich como se desarrolla su trabajo y el Análisis Bioenergético?

La ruptura con el movimiento reichiano y con las ideas de Reich sobre la terapia orgonómica ocurre en 1954. El Instituto fue establecido en 1956 y eso significa hoy en día mas de 40 años de desarrollo desde la separación. Yo nunca abandoné las ideas fundamentales de Reich acerca de que el cuerpo es la piedra fundamental de la personalidad, ni de que la sexualidad es el proceso energético básico del cuerpo, o por lo menos que la sexualidad es un nivel profundo del proceso básico del cuerpo. Claro que respirar es una parte, el latido del corazón es otra parte, pero la importancia de la sexualidad es central. Esta es una de las cosas en las que Reich creía fuertemente. La otra es la creencia de la potencia y la habilidad del cuerpo en curarse, cuando te rindes a él. Reich era básicamente un naturalista. Él creía en la naturaleza, en los procesos naturales, y por eso él creía tan fuertemente en el cuerpo. El problema luego de la separación con Reich era cómo desarrollar esta idea junto con un abordaje más activo e integrativo en los niveles psicológico y físico. Me llevó un largo tiempo entender esa relación funcional entre lo psicológico y lo físico de un modo claro y operativo. Por ejemplo, el uso de la voz nunca fue una herramienta en la terapia de Reich ni en los principios del Análisis Bioenergético. Encontrábamos que era difícil que las personas desarrollaran espontáneamente la habilidad de usar sus voces de una forma expresiva. Cuando Ud. le pregunta a un paciente si llora, él dice: “Sí, yo puedo llorar”. Pero cuando Ud. lo observa llorando ve pocas lágrimas, un llanto poco profunda y una respiración superficial. Con el pasar de los años le pasé a dar más importancia a la voz, a la habilidad de usar la voz en todos sus niveles. Por ejemplo, hablar con una voz profunda y sólida, y ser capaz de elevar el tono de la voz, más y más alto. Cuánto mas elevas la voz, más se retorna al bebé. Porque los bebés pueden gritar y los adultos no pueden. Entonces Ud. tiene que encontrar las maneras de hacer que las personas re-aprendan a gritar. Uno de los grandes cambios en el Análisis Bioenergético es que nosotros hacemos muchos trabajos con la voz, hacemos muchos trabajos con posiciones básicas de la Bioenergética: respirar en el stool (taburete bioenergético), ejercicios de caída, etc. Pero lo más importante es que queremos que la persona se deje poseer por su cuerpo, se deje dominar por su cuerpo y no que apenas haga los ejercicios. Es un problema técnico sutil en donde uno tiene que entender cómo ayudar a las personas a entregarse a sus cuerpos, a no luchar contra sus emociones, a dejarlas acontecer. Esto me llevó a una idea importante que es la base del trabajo de Reich, pero que él no la enfatizó totalmente: el respeto por la naturaleza. Hoy en día nosotros no respetamos nuestros cuerpos no escuchamos nuestros cuerpos, nos hemos tornado muy intelectuales. En una cultura orientada para la cabeza, hemos perdido el contacto con nuestro cuerpo. La mayoría de los pacientes que vienen para recibir terapia Bioenergética están fuera de contacto con sus cuerpos. Ellos hablan de sus problemas, pero no se produce ninguna conexión entre lo que están hablando y lo que está sucediendo a nivel corporal. En el discurso de nuestra cultura no se ve ninguna conexión entre la expansión económica, tecnológica y científica y la degradación de la propia tierra. Frente a este problema creo que no tenemos respuestas en nuestras mentes, pero sí tenemos la solución en nuestros cuerpos. En nuestros cuerpos nosotros somos parte de la naturaleza; en nuestras mentes estamos separados de la naturaleza. La naturaleza no es un proceso pensante. Esto cambió mucho los procesos terapéuticos. También me hizo más conciente de los problemas que existen en sí en nuestra cultura. Nuestra cultura está orientada para la cabeza y aun en la cultura reichiana, existe una orientación hacia la cabeza, en la medida en que se coloca mucha importancia en creer en el orgón, en creer en las ideas de Reich, y no en el proceso del cuerpo en sí, en sentir lo que está realmente aconteciendo con el individuo.

Lo que Ud. dice nos lleva a la próxima pregunta. ¿Cómo avalaría las teorías culturales y sociales de Reich en el mundo de hoy?

Creo que las personas que están familiarizadas con el trabajo de Reich saben que, en su juventud, era un político muy activo. Él fue miembro del Partido Comunista. Creía que había mucha injusticia social y que la existencia de la riqueza era la base de la causa de la neurosis. Reich quedó desilusionado con el Partido Comunista cuando ellos no apoyaron su creencia de que los asuntos sexuales eran más importantes que los asuntos económicos y terminó abandonando el Partido Comunista. Pero Reich era un hombre con una comprensión muy profunda del problema humano, es decir, de que el hombre está fuera de contacto con su propia naturaleza. La única cosa que no era buena es que él no sabía como llevar al hombre de vuelta a su naturaleza. E intentando conseguir esto a través de sus ideas sobre energías especiales, como el orgón, Reich confundió el problema básico, que es que el hombre está fuera de contacto con su propia naturaleza, porque está en su cabeza y no en su cuerpo. Así de simple. Cuando digo que está en su cabeza, quiero decir que el hombre cree que todo lo que piensa es verdadero. La ciencia viene de los hombres, de la comprensión intelectual del universo, basada en sus experiencias, pero esto no tiene ninguna conexión con lo que las personas sienten. Y esto tiene algo errado allí. Si nosotros, como parte del universo, no podemos sentir lo que el universo realmente representa para nosotros, no va a haber ninguna investigación científica que nos lleve a tomar contacto con la verdad del universo, con nuestra propia verdad. Reich le dio mucha importancia a la idea de que había descubierto la energía básica de la vida que él llamó orgón. Él pensaba que, por el simple hecho de que las personas aceptaran esa energía, la vida de ellas cambiaría. Y eso es muy ingenuo. Creo que todo el abordaje de Reich es muy ingenuo a la luz de los problemas actuales. Insisto, el problema es que el hombre está separado de la naturaleza, está separado de su propio cuerpo, está separado de la comprensión de los procesos del universo. Usted no puede probar ninguna de esas cosas desde una visión científica. La Bioenergética está más allá de la ciencia, así como la propia vida y el universo están más allá de la ciencia. La ciencia puede ver apenas algunos aspectos de la vida: sus aspectos mecánicos. Por ejemplo, no existe ningún instrumento científico, no existe nada en la medicina, que nos permita medir cuánto amor una persona posee. Eso no existe. Los científicos, los médicos ni siquiera entienden lo que es el amor. No hay nada en la ciencia que nos diga lo que el sol hace por el alma humana. El error de Reich fue no quedarse profundamente conectado con los problemas humanos básicos, con las necesidades humanas. Lo que falla en esta cultura y hace que sea tan difícil hacer terapia hoy, es que las personas están separadas de los sentimientos de su propio cuerpo, separadas de sus sentimientos de la tierra, separadas del universo. Estamos tan ocupados haciendo, haciendo cosas, haciendo dinero, viviendo rápidamente, que estamos fuera de contacto con la realidad, con la realidad de la propia vida, que es la realidad de lo que nosotros sentimos. Y cuando paramos de sentir paramos de vivir. Si paramos de sentir, no hay amor en nosotros, estamos en nuestra cabeza. La Bioenergética, por lo menos para mí, representa el modo de ayudar a las personas a volver a sus propios sentimientos como seres humanos, como una parte de la vida, como una parte del universo, como una parte de la naturaleza, y no la idea egotista e insana de que nosotros somos superiores a la naturaleza y podemos controlarla. Creo que esas ideas egotistas del hombre nos llevan a la destrucción. La Bioenergética coloca su fe en el proceso que está más allá de la mente humana, que el hombre nunca entenderá. Como el hombre nunca va a poder entender al amor, lo que es la vida a través de su intelecto, jamás entenderá cómo somos una parte del todo que está a nuestro alrededor.

El Amor y El Apego

El amor y el apego


El apego es adicción

Depender de la persona que se ama es una manera de enterrarse en vida, un acto de automutilación psicológica donde el amor propio, el autorespeto y la esencia de uno mismo son ofrendados y regalados irracionalmente. Cuando el apego está presente, entregarse, más que un acto de cariño desinteresado y generoso, es una forma de capitulación, una rendición guiada por el miedo con el fin de preservar lo “bueno” que ofrece la relación. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalización lenta e implacable hasta convertirse en un anexo de la persona “amada”, una prótesis como me decía un colega, un simple apéndice. Cuando la dependencia es mutua, el enredo es funesto y tragicómico: si uno estornuda, el otro se suena la nariz. O, en una descripción igualmente quizás exagerada, si uno tiene frío, el otro se pone el abrigo.

“Mi existencia no tiene sentido sin ella”, “Vivo por y para él”, “Ella lo es todo para mí”, “Él es lo más importante de mi vida”, “No se qué haría sin ella”, “Si él me faltara, me mataría”, “Te idolatro”, “Te necesito”, en fin, la lista de este tipo de expresiones y “declaraciones de amor” es interminable y bastante conocida por todos nosotros. En más de una ocasión las hemos recitado, cantado bajo una ventana, escrito o, simplemente, han brotado de un corazón palpitante y deseoso de comunicar afecto. Pensamos que estas afirmaciones son muestras del más puro e incondicional de los sentimientos. De manera contradictoria, la vivencia ha pretendido inculcarnos una forma distorsionado y pesimista de hacer las cosas: el auténtico amor, irremediablemente, debe estar infectado de adicción. Un autentico absurdo. No importa cómo se quiera plantear, la obediencia debida, la adherencia y la subordinación que caracterizan al estilo dependiente, no son lo más recomendable.
Según los expertos, la mitad de la consulta psicológica se debe a problemas ocasionados o relacionados con dependencia patológica interpersonal. En muchos casos, pese a lo nocivo de la relación, las personas son incapaces de ponerle fin. En otros, la dificultad reside en una incompetencia total para resolver el abandono o la pérdida afectiva. Es decir: o no se resignan a la ruptura o permanecen, inexplicable y obstinadamente, en una relación que no tiene ni pies ni cabeza.

Cuando se dan las rupturas o los abandonos lo primero que se debe aprender es a superar los miedo que se esconden detrás del apego, mejorar la autoeficacia, levantar la autoestima y el autorespeto, desarrollar estrategias de resolución de problemas y un mayor autocontrol, y todo esto deberá hacerlo sin dejar de sentir lo que siente por él. Lo mismo pasa con los apegos o adicciones cualquier droga, hay que usar el método de abstinencia, dejar de hacer contacto con el objeto del apego aun cuando se sienta que se necesita. Por eso es tan difícil. Le repito, el drogadicto debe dejar el consumo, pese a que su organismo no quiera hacerlo. Debe pelear contra el impulso porque sabe que no le conviene. Pero mientras lucha y persiste, la apetencia está ahí, quieta y punzante, flotando en su ser dispuesta a atacar. El desamor no se puede lograr por ahora, eso llegará después. Además, cuando comience a independizarse, descubrirá que lo que usted sentía por él no era amor, sino una forma de adicción psicológica.
No hay otro camino, deberá liberarse de él sintiendo que lo quiere, pero que no le conviene. Una buena relación necesita mucho más que afecto en estado puro”.


“El sentimiento de amor” es la variable más importante de la formula interpersonal amorosa, pero no es la única. Una buena relación de pareja también debe fundamentarse en el respeto, la comunicación sincera, el humor, la sensibilidad, y cien razones más de supervivencia afectiva.

Hay personas que son adictas a la relación, o si se quiere, adictas afectivas. Muestran la misma sintomatología de un trastorno por consumo de sustancias donde, en este caso, la dependencia no estaba relacionada con la droga sino con la seguridad de tener a alguien, así fuera una compañía espantosa.
Y son capaces se soportar y perdonar toda clase de maltratos físicos psicológicos para mantener viva la relación.

Vale la pena aclarar que, cuando hablo de apego afectivo, me estoy refiriendo a la dependencia psicológica de la pareja. Los vínculos de amistad y de afinidad consanguínea constituyen una categoría cualitativamente distinta, y exceden el propósito del presente escrito. Sin embargo, es importante hacer una acotación. Cuando se estudia el apego en la relación padres-hijos, el análisis debe enmarcarse en cuestiones más biológicas. El apego aquí parecería cumplir una importante función adaptativa. Sin desconocer los posibles riesgos del amor maternal o paternal asfixiante, es evidente que una cantidad moderada de apego ayuda bastante a que progenitores no tiremos la toalla y a que los hijos logren soportarnos.

Quiero llamar la atención sobre el deseo.

El deseo no es Apego

La apetencia por sí sola no alcanza para configurar la enfermedad del apego. El gusto por la droga no es lo único que define al adicto, sino su incompetencia para dejarla o tenerla bajo control. Resignarse y desistir son palabras que el apegado desconoce.

Querer algo con todas las fuerzas no es malo, convertirlo en “imprescindible”, sí. La persona apegada nunca está preparada para la pérdida, porque no concibe la vida sin su fuente de seguridad y/o placer. Lo que define el apego no es tanto el deseo, lo que lo define y caracteriza es la incapacidad de renunciar a él. Si hay un síndrome de abstinencia, hay apego.

El Síndrome de abstinencia, podríamos decir en una mera sencilla son esos síntomas de desespero, soledad, de sentir que no puedes vivir sin el otro, que la vida no tiene sentido (entre otros), que te atormentan al momento de la separación, abandono o perdida.


Deseo e intercambio de reforzadores.

El hecho de que desees a tu pareja, que la degustes de arriba abajo, que no veas la hora de enredarte en sus brazos, que te deleites con su presencia, su sonrisa o su más tierna estupidez, no significa que sufras de apego. El placer (o si quieres, la suerte) de amar y ser amado es para disfrutarlo, sentirlo y saborearlo. Si tu pareja está disponible, aprovéchala hasta el cansancio; eso es apego sino intercambio de reforzadores. Pero si el bienestar recibido se vuelve indispensable, la urgencia por verla no te deja en paz y tu mente se desgasta pensando en ella; bienvenido al mundo de los adictos afectivos.

Diferencias entre desapego e indiferencia

Equivocadamente, entendemos el desapego como dureza de corazón, indiferencia o insensibilidad, y eso no es así. El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son: independencia, no posesividad y no adicción. La persona no apegada (emancipada) es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promociona el egoísmo y la deshonestidad. Desapegarse no es salir corriendo a buscar un sustituto afectivo, volverse un ser carente de toda ética o instigar la promiscuidad. La palabra libertad no asusta y por eso la censuramos.


¿Por qué nos ofendemos si el otro no se angustia con nuestra ausencia? ¿Por qué nos desconcierta tanto que nuestra pareja no sienta celos? ¿Realmente estamos preparados para una relación no dependiente? ¿Alguna vez lo has intentado? ¿Estás dispuesto a correr el riesgo de no dominar, no poseer y aprender a perder? ¿Alguna vez te has propuesto seriamente enfrentar tus miedos y emprender la aventura de amar sin apegos, no como algo teórico sino de hecho? Si es así, habrás descubierto que no existe ninguna contradicción evidente entre ser dueño o dueña de tu propia vida y amar a la persona que está a tu lado ¿verdad? No hay incompatibilidad entre amar y amarse a uno mismo. Por el contrario, cuando ambas formas de afecto se disocian y desequilibran, aparece la enfermedad mental. Si la unión afectiva es saludable, la conciencia personal se expande y se multiplica en el acto de amar. Es decir, trasciende sin desaparecer.

Eudomar Rivera

Depresion

Depresión
La palabra depresión es un termino que manejamos con mucha ligereza es muy común encontrar personas que alegremente usan el termino para calificar una baja de su estado de animo, hasta el sentimiento causado por el ultimo capitulo de una telenovela o la ultima película que vio en el cine.
Incluso hay personas que sé auto diagnostican, e incluso la predicen como si fuese algo que pudiera verse venir con tanta facilidad.

El trastorno depresivo es una enfermedad que afecta el organismo (cerebro), el ánimo, y la manera de pensar. Afecta la forma en que una persona come y duerme. Afecta cómo uno se valora a sí mismo (autoestima) y la forma en que uno piensa. Un trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es una condición de la cual uno puede liberarse a voluntad. Las personas que padecen de un trastorno depresivo no pueden decir simplemente "ya basta, me voy a poner bien". Sin tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años. Sin embargo, la mayoría de las personas que padecen de depresión puede mejorar con un tratamiento adecuado.

Algunos Sintomas
Estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente.
Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
Sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo.
Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual.
Disminución de energía, fatiga, agotamiento, sensación de estar "en cámara lenta."
Dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones.
Insomnio, despertarse más temprano o dormir más de la cuenta.
Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumento de peso.
Pensamientos de muerte o suicidio; intentos de suicidio.
Inquietud, irritabilidad.
Síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos y otros dolores crónicos.
La depresión en la mujer
La depresión se da en la mujer con una frecuencia casi el doble de la del hombre. Factores hormonales podrían contribuir a la tasa más alta de depresión en la mujer. En particular, los cambios del ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, el periodo de posparto, la premenopausia y la menopausia. Muchas mujeres tienen más estrés por las responsabilidades del cuidado de niños, el mantenimiento del hogar y un empleo. Algunas mujeres tienen una mayor carga de responsabilidad por ser madres solteras o por asumir el cuidado de padres ancianos.
Un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH por su sigla en inglés) demostró que las mujeres predispuestas a padecer del síndrome premenstrual (SPM) severo se alivian de sus síntomas físicos y anímicos (por ejemplo depresión) cuando se les suprimen sus hormonas sexuales con una medicación. Si se deja de usar dicha medicación, las hormonas se reactivan y al poco tiempo los síntomas vuelven. Por otro lado, a las mujeres sin SPM, la supresión temporal de las hormonas no les produce ningún efecto.
Muchas mujeres tienen un riesgo alto de deprimirse después del nacimiento de un bebé. En algunas mujeres los cambios hormonales y físicos, así como la responsabilidad de una nueva vida, pueden llevar a una depresión de posparto. Aunque las madres nuevas comúnmente tienen períodos pasajeros de tristeza, un episodio depresivo severo no es normal y requiere tratamiento. El tratamiento por un médico sensible, y el apoyo emocional de la familia son de importancia vital para que la nueva madre recupere su bienestar físico y mental. El tratamiento devuelve la capacidad para cuidar y disfrutar el niño.
Depresión en el hombre
Aunque el hombre tiene menos probabilidad de sufrir depresiones que la mujer, de tres a cuatro millones de hombres en los Estados Unidos son afectados. El hombre tiende a ser más reacio para admitir que tiene depresión. Por lo tanto, el diagnóstico de depresión puede ser más difícil de diagnosticar. La tasa de suicidio en el hombre es cuatro veces más alta que en la mujer. Sin embargo, los intentos de suicidio son más comunes en la mujer que en el hombre. A partir de los 70 años de edad, la tasa de suicidio en el hombre aumenta, alcanzando el nivel máximo después de los 85 años.
La depresión también puede afectar la salud física del hombre, aunque en una forma diferente a la de la mujer. Un estudio reciente indicó que la depresión se asocia con un riesgo elevado de enfermedad coronaria (infartos de corazón) en ambos sexos. Sin embargo, sólo el hombre tiene una tasa alta de muerte debida a una enfermedad coronaria que se dá junto con un trastorno depresivo.
El alcohol y las drogas enmascaran la depresión en el hombre más comúnmente que en la mujer. Igualmente, el hábito socialmente aceptable de trabajar en exceso, puede enmascarar una depresión. En el hombre, no es raro que la depresión se manifieste con irritabilidad, ira y desaliento, en lugar de sentimientos de desesperanza o desamparo. Por lo tanto, puede ser difícil de reconocer. Incluso cuando el hombre se dá cuenta de que está deprimido, comparado con la mujer, tiende menos a buscar ayuda, encerrándose en sí mismo. El apoyo familiar generalmente es una ayuda importante. Algunas compañías ofrecen programas de salud mental para sus empleados. Estos pueden ser de gran ayuda para el hombre. Es importante que el hombre deprimido entienda y acepte la idea que la depresión es una enfermedad real que requiere tratamiento.
La depresión en la vejez
Es erróneo creer que es normal que los ancianos se depriman. Por el contrario, la mayoría de las personas de edad se sienten satisfechas con sus vidas. Cuando un anciano se deprime, a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto normal de la vejez. La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia. Con un tratamiento adecuado, el anciano tendría una vida placentera. Cuando la persona de edad va al médico, puede solo describir síntomas físicos. Esto pasa por que el anciano puede ser reacio a hablar de su desesperanza y tristeza. La persona mayor puede no querer hablar de su falta de interés en las actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo.
Las depresiones subyacentes en los ancianos son cada vez más identificadas y tratadas por los profesionales de salud mental. Los profesionales van reconociendo que los síntomas depresivos en los ancianos se pueden pasar por alto fácilmente. También los profesionales detectan mejor los síntomas depresivos que se deben a efectos secundarios de medicamentos que el anciano está tomando, o debidos a una enfermedad física concomitante. Si se hace el diagnóstico de depresión, el tratamiento con medicamentos o psicoterapia ayuda a que la persona deprimida recupere su capacidad para tener una vida feliz y satisfactoria. La investigación científica reciente indica que la psicoterapia breve (terapia a través de pláticas que ayudan a la persona en sus relaciones cotidianas, y ayudan aprender a combatir los pensamientos distorsionados negativamente que generalmente acompañan a la depresión), es efectiva para reducir a corto plazo los síntomas de la depresión en personas mayores. La psicoterapia también es útil cuando los pacientes ancianos no pueden o no quieren tomar medicamentos. Estudios de la eficacia de la psicoterapia demuestran que la depresión en la vejez puede tratarse eficazmente con psicoterapia.
El mejor reconocimiento y tratamiento de la depresión en la vejez hará que este periodo de la vida sea más placentero para el anciano deprimido, para su familia y para quienes le cuidan.
La depresión en la niñez
La depresión en la niñez se empezó a reconocer solo hace dos décadas. El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, no querer separase de los padres o tener miedo a que uno de los padres se muera. El niño más grande puede ponerse de mal humor, meterse en problemas en el colegio, comportarse como un niño travieso o indisciplinado, estar malhumorado o sentirse incomprendido. Dado que los comportamientos normales varían de una etapa de la niñez a la otra, es a veces difícil establecer si un niño está simplemente pasando por una fase de su desarrollo o si está verdaderamente padeciendo de depresión. A veces el niño tiene un cambio de comportamiento marcado que preocupa a los padres, o el maestro menciona que el "niño no parece ser él mismo". En tal caso, después de descartar problemas físicos, el pediatra puede sugerir que el niño sea evaluado, preferiblemente por un psiquiatra especializado en niños. De ser necesario un tratamiento, el médico puede sugerir psicoterapia, generalmente hecha por otro profesional, como un trabajador social o un psicólogo, mientras él receta medicamentos si son necesarios. Los padres no deben tener miedo de hacer preguntas: ¿Está capacitado el profesional que va a llevar a cabo la psicoterapia? ¿Qué tipo de psicoterapia recibirá el niño? ¿La familia deberá participar en la terapia? ¿Será el niño tratado con antidepresivos? De ser así, ¿cuáles podrían ser los efectos secundarios?
El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) ha identificado el uso de medicamentos para la depresión en niños como un área importante de investigación. Las Unidades de Investigación en Psicofarmacología Pediátrica (Research Units on Pediatric Psychopharmacology, RUPP), respaldadas y financiadas por el NIMH, conforman una red de siete centros de investigación donde se llevan a cabo estudios clínicos. Estos investigan la eficacia de medicamentos usados para tratar varios trastornos mentales en niños y adolescentes. Entre los medicamentos en estudio, se cuentan algunos antidepresivos que han demostrado ser efectivos en el tratamiento de niños con depresión, cuando el médico los receta y supervisa correctamente.
Evaluación diagnóstica y tratamiento
El primer paso para recibir un tratamiento adecuado para la depresión consiste en un examen médico. Ciertos medicamentos, así como algunas enfermedades, por ejemplo infecciones vitales, pueden producir los mismos síntomas que la depresión. El médico debe descartar esas posibilidades por medio de un exámen físico, entrevista del paciente y análisis de laboratorio. Si causas físicas son descartadas, el médico debe realizar una evaluación psicológica o dirigir al paciente a un psiquiatra o psicólogo.
Una buena evaluación diagnóstica debe incluir una historia médica completa. ¿Cuándo comenzaron los síntomas, cuánto han durado, qué tan serios son? Si el paciente los ha tenido antes, el médico debe averiguar si los síntomas fueron tratados y qué tratamiento se dió. El médico también debe preguntar acerca del uso de alcohol y drogas, y si el paciente tiene pensamientos de muerte o suicidio. Además, la entrevista debe incluir preguntas sobre otros miembros de la familia. ¿Algún pariente ha tenido depresión y si fue tratado, qué tratamientos recibió y qué tratamientos fueron efectivos?
Por último, una evaluación diagnóstica debe incluir un exámen del estado mental para determinar si los patrones de habla, pensamiento o memoria se han afectado, como pasa algunas veces en el caso de enfermedad depresiva o maníaco-depresiva.
La selección del tratamiento dependerá del resultado de la evaluación. Existe una gran variedad de medicamentos antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para tratar los trastornos depresivos. La psicoterapia sola es efectiva en algunas personas con formas más leves de depresión. Las personas con depresión moderada o severa más a menudo mejoran con antidepresivos. La mayoría obtienen un resultado óptimo con un tratamiento combinado de medicamentos para obtener un alivio relativamente rápido de los síntomas y psicoterapia para aprender a enfrentar mejor los problemas de la vida, incluyendo la depresión. El psiquiatra puede recetar medicamentos y una de las diversas formas de psicoterapia que han mostrado ser efectivas para la depresión, o ambos, dependiendo del diagnóstico del paciente y de la seriedad de los síntomas.