ALEXANDER LOWEN: ANÁLISIS BIOENERGÉTICO
& 100 AÑOS DE WILHELM REICH*
Entrevista realizada al Dr. Alexander Lowen por la Psic. Myrian de Campos, International Trainer del IIBA (video de la SOBAB, 1997).
Estamos en la ciudad de New York, en el escritorio del International Institute for Bioenergetic Analysis. Tenemos el placer de hablar con el Dr. Alexander Lowen, el fundador del Análisis Bioenergético, para la conmemoración de los 100 años de Wilhelm Reich.
Dr. Lowen, ¿cómo conoció al Dr. Wilhelm Reich?
Conocí al Dr. Reich en 1940. Él había llegado de Noruega el año anterior y había sido aceptado como profesor en la New School for Social Research. Yo particularmente en ese momento estaba en un dilema en mi vida. Era profesor de educación física en la escuela, en la ciudad de New York. También era abogado, con dos diplomas en derecho, uno como Bachiller y uno como Doctor, y estaba buscando un lugar al que pertenecer, en el que pudiera funcionar. Al mismo tiempo estaba muy interesado en la “cultura física”. Estaba dando clases en varios campos y estaba escribiendo un libro sobre ejercicios físicos y sentimientos. Pero la conexión entre el cuerpo y la mente era algo que no comprendía totalmente, y extrañamente, no podía encontrar alguien que realmente conociera esta conexión. Por coincidencia me llegó un folleto de la New School for Social Research y vi que Reich estaba ofreciendo un curso llamado Análisis del Carácter, en el cual él hablaba sobre la relación entre el cuerpo y la mente, de una manera que tenía sentido para mí. Reich describió aquella relación diciendo que la mente influencia el cuerpo y que el cuerpo influencia la mente, pero también que ellos son ambos un aspecto unitario, ambos tienen la misma relación con el individuo, o sea, la persona es la misma al nivel de la mente y al nivel corporal. Yo estaba fascinado con esa idea. Reich me invitó a una entrevista y me encontré con él. En la misma concordamos en que comenzara a hacer el curso. Desde el comienzo estaba muy impresionado por su habilidad al dar conferencias. Él comenzó hablando sobre los conceptos freudianos de represión y de histeria. Reich decía, por ejemplo, que es normal que cuando una persona tiene una experiencia traumática temprano en la vida pueda manifestarse más tarde como un síntoma histérico: desmayo, afasia, parálisis en el brazo, etc. Volviendo al pasado, podríamos encontrar en la vida de esa persona el hecho que generó este fenómeno. Pero Reich decía que nadie explicaba lo que sucede en el intervalo entre el incidente en la infancia y el síntoma, que se desenvuelve más tarde. Porqué y cómo eso ocurrió, y cuando eso ocurrió. Él le llamó a esto el factor económico. Yo estaba muy impresionado con su habilidad para ver el problema de una manera que nadie más había conseguido enfocar. Había otros problemas envolviendo la idea de represión que Reich no desarrolló, de los cuales hablaré más adelante. Pero estaba tan fascinado con él, que esta fascinación continuó a lo largo del curso. Reich ponía mucho énfasis sobre la sexualidad como uno de los factores principales de la personalidad, pero esto no se desarrolló en el curso. Cuando el mismo terminó estaba convencido de que Reich tenía mucho para ofrecerme. Y entonces continué mi contacto con él. Reich hablaba sobre sus ideas, ideas sexuales, y de su deseo de llevar estas ideas sexuales a las personas de EEUU. Le ayudé a hacer algunos contactos para promoverlas pero no se pudieron desarrollar. En ese tiempo aumentó mi apreciación de la dedicación de Reich al bienestar humano y su claro entendimiento del asunto. Al final no había nada desarrollado, y dos años después de finalizado el curso, continuaba muy próximo a Reich y él entonces me dijo: “Lowen, si Ud. está interesado en este trabajo tiene que hacer terapia conmigo”. Comencé la terapia con Reich en 1942 e hice terapia por tres años.
Dr. Lowen, ¿podría hablar un poco más sobre las ideas de Reich y como éstas influyeron en su trabajo?
Sí. Déjeme describirle la primera sesión de terapia que tuve con Reich en 1942. Me pidió que me acostara en el diván. Yo estaba desnudo y él me dice: “Lowen, respire”. Respirar es un aspecto fundamental de la Terapia Reichiana. Esto surgió de una experiencia que tuvo como psicoanalista, al observar que uno de los pacientes que estaba analizando recostado en el diván (con Reich sentado detrás de él), paró su asociación libre. Percibiendo que el paciente había parado de respirar, y en vez de incentivar la continuación de la comunicación a través de la palabra, Reich le dice: “Ud. está conteniendo su respiración”. Cuando la persona comenzó a respirar profundamente, varias emociones surgieron: se entristeció, comenzó a llorar, etc. Reich percibió que el mecanismo de represión tenía que ver con la respiración contenida. Si Ud. quiere hacer salir al paciente de ese estado de represión, hágalo conciente de donde esto ocurrió en su infancia, y la mejor forma de hacerlo es animar al paciente a respirar profundamente. Me acosté en el diván y Reich me dijo: “Lowen, respire”, y yo respiré. Después de algunos minutos él me dijo: “Ud. no está respirando” y yo le dije “Claro que estoy respirando”. Y él me dice: “Su pecho no se está moviendo”. Cuando comencé a profundizar la respiración mi pecho comenzó a moverse. Cuando respiraba más profundamente él me decía: “Lowen, abra bien los ojos”. Hice lo que me pedía. No se cómo, sin percibir lo que eso significaba para mí, di un grito que surgió de dentro de mí. Repetí la experiencia y grité nuevamente. Y fue el fin de la primera sesión. En las posteriores sesiones nos concentramos solamente en la respiración. Lo que Reich entendía por respirar no era solamente hacer ejercicios respiratorios, sino permitirse respirar espontáneamente para que se produzcan reacciones involuntarias en el cuerpo. Respirar es involuntario: “lo que tenga que suceder, déjelo suceder; entréguese a su cuerpo”, es lo que puedo decir hoy. Muchas cosas interesantes sucedieron en aquel proceso. Tuve el sentimiento de que estaba acostado en una cama mirando para arriba y viendo una imagen. En las próximas sesiones este sentimiento se volvió cada vez más fuerte y un día, mirando para arriba, vi la imagen del rostro de mi madre. Cuando vi aquella imagen me sentí como un bebé llorando en su cochecito, tal vez con nueve meses. Mi madre estaba haciendo las tareas de la casa y estaba molesta porque yo estaba llorando. Ella vino y cuando vi esa expresión de molestia, paré de llorar y me congelé. Aquel grito que di, en mi primera sesión con Reich, era el grito que no di cuando tenía mueve meses, y mi madre me asustó terriblemente. Fue una experiencia magnífica. Me mostró la potencia de trabajar con el cuerpo. Luego, en el nivel corporal, sucedieron otras cosas maravillosas. Tuve una experiencia en donde mi cuerpo comenzó a moverse involuntariamente y quedé boca abajo, golpeando en la cama; todo sin premeditar. Vi el rostro de mi padre y percibí que estaba pegándole a él, porque le estaba retribuyendo sus golpes. Mi terapia con Reich continuó en esa línea por aproximadamente dos años y medio, tres años. Al comienzo iba tres veces por semana. Al final de todo esto sucedieron otras cosas. Hubo una situación transferencial en donde sufro un colapso y comienzo a llorar profundamente, contándole a Reich cuanto estaba buscando la figura de mi padre. De aquel momento en adelante mi cuerpo se tornó más vivo, estaba casi 100% vivo, y experimenté sentimientos de alegría como nunca había tenido antes. Al mismo tiempo la respiración se volvió más libre para la entrega. Las ondas pasaban por mi cuerpo, mi pelvis se movía espontáneamente para adelante en la espiración y para atrás en la inspiración, lo que me traía sentimientos corporales agradables, sentimientos de alegría. Yo sabía que ese era mi lugar. Terminé mi terapia con Reich en 1945 y entonces sabía que quería ser un Terapeuta Reichiano. Estaba planeando ir a una escuela de medicina en Suiza para recibirme y trabajar con más autoridad. En ese momento Reich estaba trabajando con Análisis del Carácter.
Dr. Lowen, ¿podría describir más la influencia de Reich en su trabajo?
Le hablé antes sobre el hecho de que la respiración es la llave en la terapia de Reich. Hay otro aspecto importante en la terapia, que es leer el cuerpo, entender la estructura del carácter del paciente. Reich escribió un libro sobre análisis del carácter en donde describe la importancia de entender el carácter del paciente, en la medida en que el mismo contiene su historia. Otros analistas sabían esto, pero ninguno de ellos miró para el cuerpo del paciente como el depositario de su historia. Reich estudió el carácter desde el punto de vista de la expresión del cuerpo del paciente, y este ítem se tornó la piedra fundamental para todo el trabajo de Bioenergética. Si miramos atentamente el cuerpo de una persona, el mismo contiene su historia porque cada experiencia por la cual la persona pasa, es de alguna manera, registrada en su cuerpo. Probablemente no podamos leer todas las experiencias, pero las dominantes aparecen. Por ejemplo, una persona con el mentón rígido, nos dice algo sobre el tipo de persona que es: una persona muy determinada. También nos dice que esa determinación se desenvolvió cuando era un niño en la fase oral, en la medida en que ese rasgo se desarrolla cuando el niño usa la boca como medio de auto expresión. Nosotros miramos la forma de sus hombros, la expresión de su rostro, su mirada, la manera en que la persona se para, se sostiene de pie, etc. Un análisis completo de la expresión del cuerpo nos dice quien es la persona, y nos cuenta lo que está detrás. Así como un leñador puede observar, en el corte transversal de un árbol, la historia del árbol, en el Análisis Bioenergético podemos mirar para el cuerpo y decir, de alguna forma, la historia de la persona. Porque la historia fue reprimida y el paciente no se acuerda en parte de la misma. En el Análisis esto se hace a través de la interpretación de los sueños para encontrar la historia de la persona. Pero Ud. puede, además, interpretar la expresión del cuerpo que tiene enfrente de sí. Entonces Ud. trabaja directamente con el cuerpo, que refleja la estructura de carácter, para ayudar a la persona a liberarse de las tensiones, de los traumas de su infancia, y darle la posibilidad de experimentar la plenitud y el placer de la vida; que podría ser el placer sexual: que sería el concepto reichiano de potencia orgástica, el éxtasis de la total rendición sexual. Esto implica que el paciente pueda desarrollar el potencial de ser una persona completa en todo lo que hace, en la posesión de sus facultades, no sólo las mentales sino también y especialmente las facultades biofísicas. Este énfasis sobre el trabajo con el cuerpo, se ve y se entiende en la búsqueda de técnicas que eliminen o reduzcan las tensiones (que son la experiencia estructurada en el cuerpo). Es la base del Análisis Bioenergético, así como fue la base del trabajo de Reich. Hay una diferencia en la manera en cómo trabajaba Reich a como trabajamos hoy en la actualidad. Por ejemplo, si un área del cuerpo estuviera muy tensa, él la tocaría y la presionaría un poco intentando relajar esos músculos. Nosotros hoy usamos técnicas más dinámicas. Como Reich lo hacía, comenzamos con un entendimiento de la persona en términos de su cuerpo y de su expresión. La manera en cómo respira, la manera cómo no respira. Lo hacemos respirar y lo colocamos en contacto con las tensiones de su cuerpo, cómo se sostiene: amedrentado, agresivo, triste. Usando las técnicas Bioenergéticas nosotros podemos relajar las tensiones y descargarlas a través de la expresión emocional. Es importante en la Bioenergética, como en todas las teorías de los seres humanos, percibir que el cuerpo es la persona. Esta es una de las grandes adquisiciones de Reich: focalizar la personalidad en el cuerpo y no sólo en la mente. En un nivel profundo yo no soy lo que pienso pero soy lo que siento. El sentimiento es un concepto corporal. El Análisis Bioenergético está fundamentado en el cuerpo, en entender el cuerpo, y esta es una de las grandes cosas que Reich me proporcionó y que desarrollamos en el Análisis Bioenergético. Hay mucho para hablar sobre eso, estoy apenas citando los puntos principales.
Pienso que lo que Ud. dice es muy importante, la persona es su cuerpo. Me gustaría saber un poco más sobre ese punto y además porqué se separó entonces de Reich y del movimiento reichiano.
Cuando volví de Suiza, donde me recibí de médico, las cosas habían cambiado mucho en el movimiento reichiano. Reich estaba muy envuelto personalmente en el concepto de energía orgónica. Él creía que se podía hacer terapia, cargando a las personas, trabajando con acumuladores y otros inventos de la energía orgónica. Mi propio sentimiento, luego de mi separación de Reich y de mi viaje a Suiza, era de que por más que esa terapia me hubiese ayudado mucho, aun había dejado algunos problemas no resueltos en mi propia personalidad. Los sentimientos buenos, que tenía cuando terminó la terapia, no permanecieron con el correr de los años y luego los perdí. Pude percibir que tenía algunos problemas que no fueron abordados en la terapia con Reich. Por ejemplo, nosotros trabajábamos siempre de espaldas, en posición supina, y el sentimiento de mis piernas y el soporte que recibía de mis piernas no era tomado en consideración en la terapia, y yo nunca creí que mis piernas pudiesen darme ese tipo de soporte. Había problemas de la personalidad que Reich no mencionaba. Concluí que la terapia de Reich era probablemente lo mejor que podría haber tenido, pero yo quería ir más profundo en el entendimiento analítico, y trabajar más activamente en el nivel físico. En ese punto yo no rompí totalmente con Reich, pero sabía que tenía que hacer algunos cambios en la manera en que Reich trabajaba en terapia. La ruptura con el movimiento reichiano ocurre porque, en ese momento, las personas que rodeaban a Reich se congelaron en una estructura jerárquica en la cual, como en cualquier grupo que tiene un líder, Reich se tornó la cabeza, casi como un gurú. Los terapeutas comenzaron a seguirlo: “nosotros salvaremos a las personas”, y los pacientes creían: “nosotros seremos salvados”, y quienes no acreditaban en Reich estaban perdidos. En un sentido profundo, era una estructura jerárquica que se transformó en un culto. También en esa época había algunos sentimientos paranoicos que vinieron a través de Reich, con los cuales yo no me identificaba. En ese entonces entendí que me tenía que separar. Pero la separación significó desenvolver mejor mis propias ideas de que el cuerpo es la llave del proceso. Y eso significó, por ejemplo, una aproximación más activa con el cuerpo. Todo el tiempo que estuve trabajando con Reich yo permanecía acostado en el diván. Cuando comencé con el Análisis Bioenergético, comencé por permanecer de pie, observando y mostrándole a los pacientes cómo permanecen de pie y cómo sienten sus pies. Este es uno de los principales principios del Análisis Bioenergético, llamado grounding (enraizamiento). Es decir, nosotros trabajamos con las personas acostadas en el diván, trabajamos con ellas de pie y trabajamos con ellas sentadas. Reich sólo trabajaba con ellas acostadas. Para ir más allá teníamos que encontrar maneras en las cuales pudiéramos ser más eficaces. La falla de la terapia de Reich no ocurrió solamente conmigo; otros pacientes que hacían terapia con él también perdieron parte de sus buenos sentimientos que tenían. Reich tenía mucho poder y carisma, y eso ayudaba a las personas a que se entregaran. Pero cuando él no estaba cerca, nadie podía mantener ese estado de entrega. Por lo tanto, nosotros precisábamos una terapia mucho más activa para hacer a las personas más concientes y más capaces de expresarse, más allá de una manera pasiva de entrega. Desde entonces la Bioenergética se tornó una terapia mucho más activa. Nosotros hacemos ejercicios que permiten rendirnos a los procesos involuntarios, pero hacemos además un trabajo analítico profundo. Al mismo tiempo Reich comenzó a tener una serie de problemas. En 1954, por ejemplo, tuvo un problema con la Food and Drug Administration, que lo acusó de promover un aparato fraudulento llamado acumulador de energía orgónica. Yo tenía un acumulador que usaba y lo encontraba útil. Ellos lo llevan a juicio con la intención de que Reich parase de usar el acumulador. Infelizmente uno de los seguidores de Reich, más neurótico de lo que debería ser, le declara a las autoridades que Reich estaba violando las leyes, embarcando acumuladores para el exterior. Ellos tenían agentes observándolo y lo detienen embarcando los acumuladores. Reich fue llevado a juicio, condenado y enviado a prisión por dos años. Pero el problema estaba en la organización reichiana en sí,. Esta no estaba basada en el trabajo corporal, estaba basada en la creencia de que Reich tenía todas las respuestas, que sus seguidores eran aquellos que sabían todo y por lo tanto serían salvados. Existe una irrealidad sobre eso que debe ser separada.
¿Después de separarse de Reich como se desarrolla su trabajo y el Análisis Bioenergético?
La ruptura con el movimiento reichiano y con las ideas de Reich sobre la terapia orgonómica ocurre en 1954. El Instituto fue establecido en 1956 y eso significa hoy en día mas de 40 años de desarrollo desde la separación. Yo nunca abandoné las ideas fundamentales de Reich acerca de que el cuerpo es la piedra fundamental de la personalidad, ni de que la sexualidad es el proceso energético básico del cuerpo, o por lo menos que la sexualidad es un nivel profundo del proceso básico del cuerpo. Claro que respirar es una parte, el latido del corazón es otra parte, pero la importancia de la sexualidad es central. Esta es una de las cosas en las que Reich creía fuertemente. La otra es la creencia de la potencia y la habilidad del cuerpo en curarse, cuando te rindes a él. Reich era básicamente un naturalista. Él creía en la naturaleza, en los procesos naturales, y por eso él creía tan fuertemente en el cuerpo. El problema luego de la separación con Reich era cómo desarrollar esta idea junto con un abordaje más activo e integrativo en los niveles psicológico y físico. Me llevó un largo tiempo entender esa relación funcional entre lo psicológico y lo físico de un modo claro y operativo. Por ejemplo, el uso de la voz nunca fue una herramienta en la terapia de Reich ni en los principios del Análisis Bioenergético. Encontrábamos que era difícil que las personas desarrollaran espontáneamente la habilidad de usar sus voces de una forma expresiva. Cuando Ud. le pregunta a un paciente si llora, él dice: “Sí, yo puedo llorar”. Pero cuando Ud. lo observa llorando ve pocas lágrimas, un llanto poco profunda y una respiración superficial. Con el pasar de los años le pasé a dar más importancia a la voz, a la habilidad de usar la voz en todos sus niveles. Por ejemplo, hablar con una voz profunda y sólida, y ser capaz de elevar el tono de la voz, más y más alto. Cuánto mas elevas la voz, más se retorna al bebé. Porque los bebés pueden gritar y los adultos no pueden. Entonces Ud. tiene que encontrar las maneras de hacer que las personas re-aprendan a gritar. Uno de los grandes cambios en el Análisis Bioenergético es que nosotros hacemos muchos trabajos con la voz, hacemos muchos trabajos con posiciones básicas de la Bioenergética: respirar en el stool (taburete bioenergético), ejercicios de caída, etc. Pero lo más importante es que queremos que la persona se deje poseer por su cuerpo, se deje dominar por su cuerpo y no que apenas haga los ejercicios. Es un problema técnico sutil en donde uno tiene que entender cómo ayudar a las personas a entregarse a sus cuerpos, a no luchar contra sus emociones, a dejarlas acontecer. Esto me llevó a una idea importante que es la base del trabajo de Reich, pero que él no la enfatizó totalmente: el respeto por la naturaleza. Hoy en día nosotros no respetamos nuestros cuerpos no escuchamos nuestros cuerpos, nos hemos tornado muy intelectuales. En una cultura orientada para la cabeza, hemos perdido el contacto con nuestro cuerpo. La mayoría de los pacientes que vienen para recibir terapia Bioenergética están fuera de contacto con sus cuerpos. Ellos hablan de sus problemas, pero no se produce ninguna conexión entre lo que están hablando y lo que está sucediendo a nivel corporal. En el discurso de nuestra cultura no se ve ninguna conexión entre la expansión económica, tecnológica y científica y la degradación de la propia tierra. Frente a este problema creo que no tenemos respuestas en nuestras mentes, pero sí tenemos la solución en nuestros cuerpos. En nuestros cuerpos nosotros somos parte de la naturaleza; en nuestras mentes estamos separados de la naturaleza. La naturaleza no es un proceso pensante. Esto cambió mucho los procesos terapéuticos. También me hizo más conciente de los problemas que existen en sí en nuestra cultura. Nuestra cultura está orientada para la cabeza y aun en la cultura reichiana, existe una orientación hacia la cabeza, en la medida en que se coloca mucha importancia en creer en el orgón, en creer en las ideas de Reich, y no en el proceso del cuerpo en sí, en sentir lo que está realmente aconteciendo con el individuo.
Lo que Ud. dice nos lleva a la próxima pregunta. ¿Cómo avalaría las teorías culturales y sociales de Reich en el mundo de hoy?
Creo que las personas que están familiarizadas con el trabajo de Reich saben que, en su juventud, era un político muy activo. Él fue miembro del Partido Comunista. Creía que había mucha injusticia social y que la existencia de la riqueza era la base de la causa de la neurosis. Reich quedó desilusionado con el Partido Comunista cuando ellos no apoyaron su creencia de que los asuntos sexuales eran más importantes que los asuntos económicos y terminó abandonando el Partido Comunista. Pero Reich era un hombre con una comprensión muy profunda del problema humano, es decir, de que el hombre está fuera de contacto con su propia naturaleza. La única cosa que no era buena es que él no sabía como llevar al hombre de vuelta a su naturaleza. E intentando conseguir esto a través de sus ideas sobre energías especiales, como el orgón, Reich confundió el problema básico, que es que el hombre está fuera de contacto con su propia naturaleza, porque está en su cabeza y no en su cuerpo. Así de simple. Cuando digo que está en su cabeza, quiero decir que el hombre cree que todo lo que piensa es verdadero. La ciencia viene de los hombres, de la comprensión intelectual del universo, basada en sus experiencias, pero esto no tiene ninguna conexión con lo que las personas sienten. Y esto tiene algo errado allí. Si nosotros, como parte del universo, no podemos sentir lo que el universo realmente representa para nosotros, no va a haber ninguna investigación científica que nos lleve a tomar contacto con la verdad del universo, con nuestra propia verdad. Reich le dio mucha importancia a la idea de que había descubierto la energía básica de la vida que él llamó orgón. Él pensaba que, por el simple hecho de que las personas aceptaran esa energía, la vida de ellas cambiaría. Y eso es muy ingenuo. Creo que todo el abordaje de Reich es muy ingenuo a la luz de los problemas actuales. Insisto, el problema es que el hombre está separado de la naturaleza, está separado de su propio cuerpo, está separado de la comprensión de los procesos del universo. Usted no puede probar ninguna de esas cosas desde una visión científica. La Bioenergética está más allá de la ciencia, así como la propia vida y el universo están más allá de la ciencia. La ciencia puede ver apenas algunos aspectos de la vida: sus aspectos mecánicos. Por ejemplo, no existe ningún instrumento científico, no existe nada en la medicina, que nos permita medir cuánto amor una persona posee. Eso no existe. Los científicos, los médicos ni siquiera entienden lo que es el amor. No hay nada en la ciencia que nos diga lo que el sol hace por el alma humana. El error de Reich fue no quedarse profundamente conectado con los problemas humanos básicos, con las necesidades humanas. Lo que falla en esta cultura y hace que sea tan difícil hacer terapia hoy, es que las personas están separadas de los sentimientos de su propio cuerpo, separadas de sus sentimientos de la tierra, separadas del universo. Estamos tan ocupados haciendo, haciendo cosas, haciendo dinero, viviendo rápidamente, que estamos fuera de contacto con la realidad, con la realidad de la propia vida, que es la realidad de lo que nosotros sentimos. Y cuando paramos de sentir paramos de vivir. Si paramos de sentir, no hay amor en nosotros, estamos en nuestra cabeza. La Bioenergética, por lo menos para mí, representa el modo de ayudar a las personas a volver a sus propios sentimientos como seres humanos, como una parte de la vida, como una parte del universo, como una parte de la naturaleza, y no la idea egotista e insana de que nosotros somos superiores a la naturaleza y podemos controlarla. Creo que esas ideas egotistas del hombre nos llevan a la destrucción. La Bioenergética coloca su fe en el proceso que está más allá de la mente humana, que el hombre nunca entenderá. Como el hombre nunca va a poder entender al amor, lo que es la vida a través de su intelecto, jamás entenderá cómo somos una parte del todo que está a nuestro alrededor.
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